EMDR en Vigo | Qué es y cómo puede ayudarte | Sara Cacheda
A veces la vida nos deja marcas invisibles. Momentos que, aunque ya hayan pasado, siguen haciéndonos daño. Situaciones que se repiten en nuestra mente, sensaciones que no sabemos explicar o emociones que parecen no tener fin. La terapia EMDR nos ayuda a liberar ese peso y permitir que el cerebro complete un proceso natural de sanación.
¿Qué es la terapia EMDR?
EMDR son las siglas en inglés de Eye Movement Desensitization and Reprocessing, que significa Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares.
Fue desarrollada por la psicóloga Francine Shapiro en los años 80 y hoy está reconocida por la OMS como una de las terapias más eficaces para tratar el trauma y otras experiencias difíciles.
Su objetivo no es borrar lo que ocurrió, sino ayudar a que el recuerdo deje de doler y pueda integrarse de forma saludable. En otras palabras, que lo que antes te desbordaba puedas recordarlo sin sentir el mismo malestar.
¿Cómo funciona?
Cuando vivimos algo doloroso o impactante, nuestro cerebro a veces no puede procesarlo bien. Esa experiencia queda “atascada” en la memoria, junto a las emociones, las imágenes y las sensaciones del momento.
Años después, algo parecido puede activar ese recuerdo sin que lo entendamos, generando ansiedad, tristeza o reacciones que sentimos fuera de control.
El EMDR ayuda a desbloquear ese sistema natural de procesamiento.
Durante la sesión se utiliza una estimulación rítmica, como movimientos oculares o suaves toques alternos, que ayuda al cerebro a reorganizar la información bloqueada y a que el recuerdo vaya perdiendo carga emocional.
Podríamos imaginarlo como si el cerebro volviera a poner en marcha su propio mecanismo de limpieza y reparación: la experiencia deja de ser una herida abierta para transformarse en un recuerdo integrado.
¿Para qué problemas puede servir?
El EMDR se utiliza para muchos tipos de dificultades, entre ellas:
- Experiencias traumáticas (accidentes, abusos, pérdidas, rupturas, operaciones médicas, etc.)
- Trastornos de ansiedad y ataques de pánico
- Duelo y pérdidas no resueltas
- Fobias y miedos intensos
- Trastornos de la conducta alimentaria
- Baja autoestima, inseguridad o culpa
- Estrés laboral o vital
- Bloqueos emocionales o sensación de “no poder avanzar”
En todos estos casos, EMDR ayuda a que el cuerpo y la mente se sincronicen para dejar de reaccionar desde el dolor y poder responder desde el presente.
¿Qué ocurre en una sesión de EMDR?
El proceso es totalmente guiado y seguro.
En primer lugar, dedicamos unas sesiones iniciales a conocerte, trabajar la regulación emocional y generar seguridad. Es fundamental que te sientas preparado y acompañado antes de abordar recuerdos difíciles.
Después, elegimos juntos un recuerdo específico relacionado con el malestar actual. No se trabaja un “tema general”, sino una escena concreta que represente ese momento.
Durante la sesión, te pediré que traigas a tu mente la imagen, las emociones y los pensamientos asociados a esa experiencia mientras seguimos los movimientos oculares o el tapping.
A medida que el cerebro procesa, el malestar va disminuyendo y suelen aparecer nuevas sensaciones, perspectivas o sentimientos.
Cuando el recuerdo deja de ser perturbador, instalamos una creencia positiva (por ejemplo: “ahora estoy a salvo”, “puedo con esto”, “soy suficiente”), para reforzar la integración del cambio.
Cada persona avanza a su propio ritmo, y el terapeuta acompaña respetando los tiempos, sin forzar nada.
¿Cuántas sesiones son necesarias?
La duración del proceso depende de muchos factores: la historia personal, el tipo de dificultad, la presencia de traumas previos o el nivel de regulación emocional con el que llegues a terapia.
En algunos casos, un recuerdo aislado puede reprocesarse en pocas sesiones.
En otros, especialmente cuando existen experiencias repetidas o de larga duración (como traumas de infancia o situaciones de abuso emocional), el trabajo suele requerir más tiempo y fases previas de preparación.
De forma orientativa:
- Los procesos breves suelen durar entre 6 y 10 sesiones.
- Los casos más complejos o con trauma acumulativo pueden requerir un acompañamiento más prolongado.
En cualquier caso, la evolución se revisa sesión a sesión, adaptando el ritmo al momento en el que estés. Lo importante no es la rapidez, sino que el cambio sea profundo y duradero.
¿Es una terapia segura?
Sí. EMDR está avalada científicamente y cuenta con el reconocimiento de la Organización Mundial de la Salud y numerosas asociaciones internacionales.
Es un método seguro y respetuoso siempre que sea aplicado por profesionales formados en EMDR.
Durante todo el proceso mantienes el control: puedes parar en cualquier momento levantando la mano o diciendo “stop”. El ritmo se adapta a ti.
Hipótesis sobre cómo actúa el EMDR
Aunque el EMDR nació como una técnica clínica, hoy en día cuenta con distintas explicaciones científicas que ayudan a entender qué ocurre en el cerebro durante una sesión.
Estas hipótesis no se excluyen entre sí, sino que se complementan para describir cómo el sistema nervioso logra reorganizar recuerdos y emociones.
Fase REM y procesamiento del sueño
Una de las primeras hipótesis, propuesta por Francine Shapiro (1989), sugiere que los movimientos oculares del EMDR activan un proceso parecido al que ocurre en la fase REM del sueño, cuando soñamos.
Durante esa fase, el cerebro procesa lo vivido, selecciona la información importante y atenúa la carga emocional.
En el EMDR, ese mismo mecanismo se pondría en marcha de forma consciente, ayudando a que el recuerdo se integre sin tanto dolor.
Reconsolidación de los recuerdos
La neurociencia ha mostrado que cada vez que recordamos algo, ese recuerdo puede “reabrirse” y reconsolidarse de forma distinta.
El EMDR aprovecharía ese momento de flexibilidad para actualizar recuerdos traumáticos, incorporando información más adaptativa y reduciendo el malestar asociado.
Memoria de trabajo
Otra hipótesis apunta a que los movimientos oculares sobrecargan la memoria de trabajo, reduciendo la intensidad y la vividez del recuerdo mientras se procesa.
Esto facilita que las emociones sean más tolerables y que surjan asociaciones nuevas, conectando el recuerdo con otros más neutros o positivos.
Reflejo de orientación y sistema nervioso
También se ha observado que la estimulación bilateral del EMDR activa el sistema parasimpático, responsable de la calma y la regulación.
Este fenómeno estaría relacionado con el reflejo de orientación, un mecanismo innato que nos ayuda a pasar de la alerta al estado de seguridad cuando el entorno deja de percibirse como peligroso.
En conjunto, estas líneas de investigación apoyan la idea de que el EMDR no solo trabaja con los pensamientos o emociones, sino también con las respuestas fisiológicas del cuerpo, promoviendo una integración profunda entre mente y sistema nervioso.
EMDR y la evidencia científica
El EMDR no es una técnica alternativa, sino un tratamiento con un sólido respaldo científico.
Diversas instituciones internacionales lo incluyen en sus guías de práctica clínica como una terapia eficaz para el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y otros problemas relacionados con el trauma, la ansiedad y la depresión.
- Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA), del Departamento de Salud de Estados Unidos, reconoce al EMDR como un tratamiento basado en la evidencia para el TEPT y los síntomas de ansiedad y depresión.
- La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2013) recomienda el EMDR en sus directrices sobre la atención a personas afectadas por eventos traumáticos.
Según la OMS, “estas técnicas ayudan a las personas a atenuar los recuerdos vívidos, reiterados y no deseados de eventos traumáticos”.
Además de estas instituciones, otras entidades como la American Psychiatric Association (APA) o el National Institute for Health and Care Excellence (NICE, Reino Unido) también incluyen el EMDR dentro de sus recomendaciones terapéuticas para el tratamiento del trauma.
En resumen, el EMDR es una intervención reconocida a nivel mundial, respaldada por décadas de investigación, y aplicada actualmente en miles de centros de salud mental públicos y privados.
¿Qué puedes esperar del proceso?
EMDR no borra lo que viviste, pero te permite recordarlo sin que duela tanto.
Las personas que lo experimentan suelen notar más calma, comprensión y ligereza emocional.
A veces el cambio se siente rápido; otras, requiere tiempo y constancia.
Pero en todos los casos, se trata de un camino profundo de integración y alivio.
¿Te gustaría saber si EMDR puede ayudarte?
Si sientes que hay algo de tu pasado que sigue presente, esta terapia puede ser una herramienta muy valiosa para liberarte de ese peso y recuperar tu equilibrio.
Puedes conocer más sobre mí y mi forma de trabajar, reservar una primera sesión informativa en mi consulta en Vigo o realizar el proceso de terapia online.
Historias reales: cuando el EMDR llega también a Hollywood
Cada vez más personas hablan abiertamente sobre cómo la terapia EMDR les ha ayudado a superar experiencias difíciles. Uno de los casos más conocidos es el del Príncipe Harry, quien compartió públicamente cómo este método le ayudó a aliviar los recuerdos traumáticos relacionados con la muerte de su madre.
Sandra Bullock relata su experiencia con la terapia EMDR.
En el documental The Me You Can’t See, producido junto a Oprah Winfrey, se muestra parte de su proceso con EMDR y cómo logró calmar su sistema nervioso y sentirse más en paz consigo mismo.
El príncipe Harry habla sobre la terapia EMDR en el documental The Me You Can't See.
Además de él, otras figuras públicas como Sandra Bullock, Miley Cyrus, Jameela Jamil o Evan Rachel Wood han contado en entrevistas cómo el EMDR les ayudó a procesar traumas, ansiedad o experiencias del pasado que seguían afectándoles.
Estos testimonios públicos ayudan a normalizar el cuidado de la salud mental y a mostrar que pedir ayuda no es signo de debilidad, sino de valentía. El EMDR no es una terapia para famosos, es una herramienta accesible, eficaz y profundamente humana que puede ayudar a cualquier persona a reconciliarse con su historia y vivir con más calma.